Bailando en tu mundo…
«My way» sonaba en el piano en el momento de las frases profundas. Pintadas en la pared y decorando ese bar. Las miramos, las comentamos, fue a tu vuelta, después de que me dejaras momentaneamente solo en el primer momento de reflexión después de tu encuentro.
Y mi sueño de Malasaña se tÃñó de negro igual que nuestros labios después de probar una sangrÃa detrás de otra. Mis ganas de que bailaramos se quedaron en un «quiero y no puedo» por ambas partes. Pero no me importó, porque acabé bailando contigo, acabé bailando en tu mundo. Y me mirabas en la Puerta del Sol y me decÃas que no me fuera, y yo vi tu mirada, aquella que decÃa tanto, con esos ojos cansados de un llanto, abatidos por la impotencia, prisioneros sin ser culpables, anclados con unas cadenas que te impedÃan respirar hondo y ser feliz. Te descubrÃ, y me dejaste que lo hiciera, y para nada me fastidiaste la noche, porqué yo bailé contigo, porque juntos condujimos esa situación, porque amigos de un sueño imaginario yo quise que fueras libre, que volaras, que te convirtieras en hada blanca. Espero haberte transmitido todo lo que pretendÃ. La turbiedad de una borrachera que ambos quisimos nos hizo cómplices, jamás quise abandonarte allÃ, jamás hubiera podido hacerlo, porque querÃa que me premiaras con sonrisas, con abrazos, con miradas, tal como lo hiciste.
Y me vuelvo con una parte de tà que me emocionó igual que lo hizo la primera frase que leà tuya, hace ya algunos meses. Y repetirÃa ese encuentro tantas veces como fuera necesario, porque en esos instantes me ganaste. Por encima de los buenos y malos momentos estan las personas, y tú en eso de ser persona y de ser humana tienes el baile muy bien aprendido, y en tu mundo yo me sentà cómplice, y eso no puede suplirlo el Garagesónico. Sólo espero que te acuerdes de mis palabras, por si alguna vez te sirven. Vine a Madrid con la ilusión de encontrarte, y volveré con la misma ilusión para seguir compartiendo mucho más, no te quepa duda. En mi mente recuerdo las miradas y solo por eso ya fuà ángel…
Si por mi fuera, nos hubieran dado las uvas con ese abrazo en la Puerta del Sol…El puerto de Barcelona de noche es precioso, espero que algún dÃa me des la razón…
La conversación pendiente…
Vive tu vida, quiérete, conócete a tà mismo y comprueba hasta dónde puedes llegar. Fueron las ideas básicas de la conversación de hoy por la tarde y que puso punto y final a un fin de semana lleno de buenos momentos. Estancado, sin saber, asà me siento, desubicado en mi propia ciudad y con una sensación enorme de que me estoy perdiendo algo…
No me encuentro, aunque sepa caminarme casi de memoria. Pero hoy ha sido una charla donde he visto lo grande que, una vez más, son las pequeñas cosas. He de aprender a disfrutar de un paisaje, a levantarme cada mañana riéndome de mi mismo, con una sonrisa en la boca, sÃ, aquà tienes mucha razón. Contemplar el sol, la belleza de la luna, nos empeñamos en presionarnos para conseguir unos objetivos relativos y diminutos comparados con lo que puede llegar a ser el sentir la felicidad en todas sus vertientes. Sin lÃmites, nos ponemos demasiados creyendo que hacemos lo correcto, cortamos nuestra libertad buscando un bienestar artificial. Casi ni nos conocemos porque no somos capaces de ser nadie sin un móvil o un ipod al lado…Tengo que reflexionar mucho sobre la vida que llevo, no en términos de si es o no correcta, sino en términos de si soy feliz o no, si me llena, si me hace que rÃa con una calma y tranquilidad de que construyo lo que realmente quiero construir…
Muchos caminos, muchas opciones, quiero vivirme, tenerme y comprenderme, sólo eso…
*SUENA: Tormenta en la mañana de la vida – La Buena Vida
Durmiendo con fantasmas…
Un manto opaco se ha apoderado de mÃ. Ahora mismo soy incapaz de contar mis problemas con la convicción de que se me va a a entender. Tengo miedo de ser repetitivo, mucho miedo, me pregunto si estoy en una espiral monotemática…De todas formas estoy saboreando el placer de las cosas mal hechas, ellas me han permitido aprender. Cuestion de darle la vuelta a los errores y transformarlos en aciertos…
Y me gustarÃa darle la vuelta a la tortilla con frialdad, y me gustarÃa ser capaz de retirar las cenizas de una mala noche y salir adelante con la fuerza que te dan canciones como Disco 2000. Pero aprendÃ, erré ese viernes, me hundÃ, intentaré bajar de intensidad la próxima vez. Todo es tan dinámico y cambiante que a mi vida, estática hasta hace bien poco, le cuesta adaptarse. Pero cogeré otro puñado de arena fina y la tiraré al mar, sé que lo haré, como todas las veces hasta ahora.
La ilusión de las nuevas cosas es más fuerte que la desilusión por las antiguas, es mi arma, la que estoy potenciando, el camino elegido. Y no me beberé más la última copa, porque no hay que celebrar nada. Necesito un dÃa de lluvia y oler a hierba mojada, me transporta a lo positivo de las cosas. Ahora lo pensaba…ayer me hizo mucha ilusión que guardaras mis palabras en un txt, es una de esas pequeñas cosas que me invitan a quitarme el manto: ese que, por primera vez, tengo puesto y aún no se bien porqué…
Tuve ojos de cristal propios y en solitario, nadie los vio…
*SUENA: De viaje – Los Planetas
Tu pérdida…
Golpe a mi propia autoestima, fue una noche para olvidar. Aún recuerdo como la acera daba vueltas sin poder detenerse, era mi mirada indeterminista dirigida a ningún punto la que producÃa tal efecto. Yacà ahogado en alcohol, la vÃa de escape fácil, la que absorvió mi poco raciocinio para transformarme en algo visceral. Y es que la sensación de perder algo que nunca tuve es aún peor. Solo, sentado o, mejor dicho, tirado en una de las aceras, và el fondo tocándome, agarrándome. Y es que cuando todas las cosas que han desaparecido de tu vida vienen de golpe a recordartelo, te sobrepasan, te superan, y ser humano también consiste en acabar vencido. Y asà fue como ocurrió, y como lloré tu pérdida, y la anterior, y la pérdida de la vida que construà y la imposibilidad de mirar hacia el norte. Volvà a perderlo, pero esta vez no para olvidar, sino para recordar…
Y creo, desde la perspectiva que me dan los dos dÃas que han pasado desde entonces, que fue positivo y que fue una situación que tendrÃa que haber llegado hace tiempo pero, lo que son las cosas, llegó cuando mejor estaba de ánimos. Supongo que será el precio por haber querido vivir demasiado deprisa estos meses, aunque continuaré haciéndolo, no estamos para dudar eternamente…
*SUENA: Un lugar encendido-Maga
Un centenar de trozos de mÃ…
Se sucedieron imágenes que acompañaron a todos estos escritos, no querÃa guardarlas solo para mÃ. Creà que nunca iba a recibir tanto de este blog, ahora sé por qué lo hice. Cuando todo se apagó vino esta luz y, gracias en parte a ella, el azul ha invadido a la sombra. Celebro mi post número 100…
Me hago totalmente público, me desnudo aún más, un año en imágenes…
Último trago…
No llegamos a acabar el Beefeater, pero no hizo falta. La botella que en otras ocasiones se hubiera vaciado sin dudarlo resistió a la charla de esa noche. Cerramos un capÃtulo que comenzó en primavera, y lo cerramos bien, sin dudas, sin vacilaciones, sin nada más que la naturalidad de dos personas que ahora es cuando comienzan a conocerse.
Y vista la realidad de las cosas, desde una perspectiva equilibrada, salieron a relucir las grandes diferencias que existen entre los dos. Estamos instalados en la normalidad, aquello que nos hizo especiales en su momento murió, ahora ya no tenemos más que aportarnos de forma significativa, es lo que tiene la inestabilidad en su momento, que magnifica las cosas. En este caso fue asÃ, pero yo comprobé, y tú comprobaste, que nos hemos acabado. Somos dos más de tantos, sin ningún distintivo que sobresalga, sin ningún arcoiris que nos proteja, y estoy contento de que sea asÃ…
Y cuando los trenes se dejan enfriar es cuando se convierten en gaviotas, siempre atentas a ellas, más que a nosotros mismos. Me supo a rutina, me supo a una sensación triste de querer matar el tiempo deprisa. Lo esperaba y ahora lo confirmé. Y con un simple adiós y sin ninguna mirada tú volviste a meter primera para conducir tu vida y yo seguà armando la carrocerÃa de la mÃa. Nos dijimos mucho ese dÃa, sobretodo con los silencios…
*suena: Song 74 (Niño y pistola)
Mi año natural
Que no me susurren más las olas buscando un consuelo donde no lo hay, no quiero avergonzarme por no saber a estas alturas lo que tengo que elegir, las opciones no dieron demasiada esperanza al acierto. Cerré los ojos en ese momento y no vi tu silueta, esta vez no habÃa imágenes de un futuro construÃdo a base de sentimientos, no bastaron y no quise que aparecieran rostros que dañaron aquello por lo que yo sonreÃa. Pero el año se quedó atrás, y al final pensé en un «ya era hora» que me retumbó muy adentro, como una campanada de la Puerta del Sol con la televisión a todo volumen. Y và las copas que allà yacÃan con anillos dentro, burbujas que subÃan rápidamente, tanto como intenté que mi ánimo lo hiciera. Millones de deseos se habÃan formulado en ese instante, yo solo querÃa un cambio de dÃgito. A veces lo simbólico es mucho más importante que lo real y, para mÃ, no fue un simple final de año, fue algo más.
Y necesité abrazos, pues soy humano, y los recibà con la alegrÃa que supone tener delante a la gente no equivocada, y pronuncié un «feliz año nuevo» que rompió las barreras de aquel dolor caducado que conseguà sacar de la caja de Pandora. Primer sorbo al cava, primera sensación de bienestar, tenÃa por delante una noche donde sabrÃa que tendrÃa tiempo para pensar. Y asà fue, y los mantos opacos que habÃan cubierto mi estampa de aquél niño, que jugaba con las piedras y era feliz, desaparecieron. Se dibujó la sonrisa más intensa que se me ha conocido últimamente. Mi año natural, como aquella canción de «La Buena Vida», acababa de hacer acto de presencia…
Mucho tiempo fuà feliz con alguien, pero ahora yo puedo decir que soy feliz conmigo y, esta vez no dejaré que se marchiten mis ilusiones, sembradas durante muchos meses sin tÅ
Y es que para mÃ
los años no comienzan
cuando el frÃo
azota la ciudad