La única que me escribió un sms

Ha sido la primera vez que he recibido un sms después de una despedida. Siempre ha sido en respuesta a, y es que hay cosas que nos unen, a pesar de la vida dispar que llevamos ambos. Será la empatía, o quizás esa capacidad que tenemos para poner nuestro cerebro encima de la mesa, o quizás será que somos capaces de potenciar que el otro pueda reirse de sí mismo. Quizás es que nunca hemos pretendido molar a toda costa, pagando el precio de los clichés que pueden funcionar. Es posible que tan solo hemos sabido llevar eso de ser nosotros mismos a una altura que el otro puede percibir sin problemas. Es posible que tan solo sea que nos gusta juntarnos sin más pretensiones que la de formar mútuamente ambos parte de nuestra vida.

Parece sencillo, verdad? pero en el mundo de acertijos, suposiciones, malos entendidos y competencias sea lo más difícil. He de confesar que te me has adelantado, te estaba escribiendo yo cuando me ha sonado el móvil y eras tú. Es fácil hablarte cuando para tí es fácil escucharme.

Nunca olvidaré nuestro primer cosmopolitan, por muchas situaciones banales que haya vivido.

Regálame julios.

Donde solíamos gritar…

Recuerdo cuando no era ni la medio persona que suelo llevar dentro en el día a día de este presente. Recuerdo cuando por la calle solo derrochaba la tristeza que un día me vería ser alguien, no por subir a un escenario, sino porque me propuse hacerlo y lo conseguí. Tú me dijiste que admirabas a quien se subía y tocaba y cantaba, yo pensé que no era para tanto, pero la sonrisa con la que lo decías me hizo verlo como algo grande. No sé si esa frase me llenó más que el hecho de tocar, o no sé si el hecho de que estuvieras allí me llenó más incluso que el estar yo. Lo que sé es que Madrid se ha vuelto a transformar, lo he vuelto a transformar, y lo has vuelto a transformar. Y, al no querer que se dispararan los sentimientos, decidí quedarme en un segundo plano de un viernes en el que pude ser protagonista, pero no lo quise, porque no quería difuminar la grandeza de esta ciudad y la maravillosa frase que dijiste el día anterior y que a mi se me ha quedado grabada.

Quizás algún día pueda explicarte lo que se me pasó por la cabeza mientras tocaba el «nos estamos acabando», quizás pueda sincronizarlo con tu frase y hacerlo todo todavía más especial de lo que fue. Me abandoné por la mañana, a las 08:30 AM de un sábado que quizás sobró, porque transformó la noche siguiente en todo lo vacío que quise evitar. Y ese sábado comprendí que mi cobardía era la que me había llevado justamente a otro sábado de escarcha, la de tu adiós, con 24 horas de diferencia.

Quise dejar las cosas como están, ahora quizás lo pago, siempre adopto una actitud conservadora frente a la incertidumbre.

Me encantó que admiraras, que te sentaras a mi lado, y que lo volvieras a hacer al día siguiente.

Suena: Plug in baby – Muse

Sonarán las doce…

El jueves me vuelvo a subir a un escenario pero esta vez con mi propia vida como espectadora. Desde aquél 28 de noviembre de 2007 mi cabeza no ha parado de desear y pensar en ese momento. Capítulo 7, sin saber que se llamaría así, nació ese día dentro de mí. La noche de las voces amigas se transformó en lo más solitario que he vivido y ahí justamente las vísceras las transformé en canción por primera vez.

Los deseos inmediatos de irme a un bar con una guitarra a tocarla chocaban con la imposibilidad del momento, apenas podía andar y nunca había experimentado lo que se siente al interpretar una canción en una sala, en un bar, o en el antro más dominado por el humo que puede llegar a existir a las 6:28 AM de un jueves.

Dos años y medio después, me veo en la situación de continuar aquello de alguna manera, de matar por fin esa espina que se me quedó sin poder hacer nada para que desapareciera. Llegaba el día, y con ella la plena consciencia de lo solo que estaba.

Tocaré acordes menores, un día lo dije en este blog, y esta vez llegarán al cielo, y aunque no quieras los vas a escuchar. Atentos a la última canción de ese día, porque será un instante donde pondré mi vida a vuestra disposición.

Quédate solo con el recuerdo de lo que fuimos en aquél puerto, me encanta saborear el placer de las cosas mal hechas.

Suena: Nos estamos acabando – Capítulo 7

No supimos entendernos…

Ondearon las banderas del fracaso
alejamos el cometa con su luz
se marcharon las sonrisas, los abrazos
no supimos entendernos,
no supimos entendernos

en que momento nos perdimos
cuando dejamos de escucharnos
porque hicimos que el destino
quisiera pronto tacharnos

sin quererlo nos hicimos
tanta herida, tanto daño
dejamos que nuestro orgullo
machacara nuestros lazos

Se estrellaron ilusiones y regalos
enterramos fácilmente lo esencial
nos quedamos invadidos de rechazo
no supimos entendernos,
no supimos entendernos

en que momento nos perdimos
cuando dejamos de escucharnos
porque hicimos que el destino
quisiera pronto tacharnos

sin quererlo nos hicimos
tanta herida, tanto daño
dejamos que nuestro orgullo
machacara nuestros lazos

y ahora camino a ciegas
por lo que pudo llegar a ser
sin saber a ciencia cierta
si pudimos recorrer
el camino de la inercia
sin tener que defender
tus palabras, mis ausencias
las ganas de querer ser